Sin duda alguna uno de los personajes bíblicos de mucha inspiración es el rey David, un hombre que describe la Biblia conforme al corazón de Dios. Existe un pasaje en la escritura conocido que describe las características de un Músico de Dios, este se encuentra en 1 Samuel 16:18 que nos ayuda a comprender cual es la forma en que todos los músicos deberíamos actuar frente a la responsabilidad y privilegio de servir en nuestros ministerios de música. Voy a enfocarme en tres puntos fundamentales que nos enseña este pasaje, primero “Sabe tocar”, segundo “Prudente en sus palabras” y tercero “El Señor está con el”. Al referirme a estos puntos trataré de recomendar pautas para que la Dirección de la adoración sea cuidadosamente llevada dentro de la congregación.
Sabe tocar: David era un hombre que dedicaba tiempo y esfuerzo a desarrollar su talento musical, sabía que lo que estaba haciendo era para su Señor, era un buen músico por eso se lo consideró para ministrar a Saúl. En el momento de subir al púlpito el músico debe estar preparado y conectado al 100% para su ejecución musical, sea esta (instrumento o voz), no se puede entregar algo a medias (mediocre), probablemente muchas de las personas que te escuchan tocar o cantar quizás no tengan conocimiento musical pero recuerda que Dios sabe mas de música que tu y a el no se le puede engañar, el Señor es exigente por lo tanto hay que esforzarse.
Prudente en sus palabras: En la versión de la Biblia al Día lo traduce como “Sabe expresarse”. Cuando leemos esto nos da la pauta de que David era un hombre que tenia facilidad de palabra, pero mas que eso David era un hombre que conocía la palabra de Dios, el cantar para David no solo estaba limitado a hacerlo a solas con Dios, sino que el era usado para hacerlo frente a personas y debía conocer la palabra de Dios para dirigirse con sabiduría al pueblo o a los que el ministraba. Aplicando a nuestros ministerios el músico debe comprender que no solo canta o toca un instrumento sino que sirve a un pueblo que necesita ser alimentado espiritualmente con su ministración, el músico debe estar conectado 100% con el pueblo al que dirige no puede limitarse solo hacer una ejecución musical sino que debe asumir el reto de familiarizarse con la gente y dirigirse con prudencia, es decir conociendo la palabra de verdad.
El Señor está con el: Una cosa es ser usado por Dios y otra ser aprobado por Dios. Lo mas relevante de este pasaje es que El Señor estaba con David, que importante, no le servía de nada a David solo tocar para Saúl si Dios no lo respaldaba, lo mas seguro es que el estado de Saúl hubiera seguido siendo el mismo. Recuerda que David no decía estas cosas de el, la gente lo decía a sus espaldas, que hermoso sería que cuando nos subamos a ministrar el pueblo diga Dios está con este hermano y no nosotros tengamos que salir en defensa de nuestra espiritualidad. Haciendo un breve paréntesis, si leemos los pasajes anteriores Saúl le había pedido a uno de sus criados que le consiguiera uno que supiera tocar, nada mas, Saúl necesitaba solucionar su problema, hoy en día en las iglesias pasamos por esto, por escasez en nuestros ministerios de música por la necesidad ponemos a personas a servir que simplemente tocaban pero Dios no estaba con ellos y luego nos quejamos y no sabemos como librarnos de ellos pero a la final la responsabilidad fue nuestra. El músico debe estar conectado 100% con Dios, es mejor ser usado y aprobado.
Te animo a que sigas visitando esta página, estaremos desde este medio aportando con ideas para mejorar en nuestros ministerios de música de la Iglesia tanto en la parte ministerial como técnica musical, tecnología y artes.
Un abrazo y que Dios los bendiga.
Augusto Pico